Solo seis meses después de otorgar su primera licencia para el juego en línea en alta mar, Timor Oriental ha cerrado abruptamente la industria, citando crecientes preocupaciones sobre la seguridad nacional, la infiltración penal y las amenazas a su posición internacional.
El gobierno anunció el miércoles que todas las licencias existentes para apuestas y juegos en línea han sido revocadas. Además, todas las solicitudes pendientes y las aprobaciones futuras se han suspendido indefinidamente. La resolución, presentada por el Ministro de Asuntos del Gabinete Agio Pereira y adoptado por el Consejo de Ministros, coloca la responsabilidad de la aplicación en manos de Pereira y los servicios de seguridad del país.
El informe de la ONU enlace Oecussi a redes penales
La reversión repentina se produce a raíz de las advertencias de la Oficina de las Naciones Unidas sobre Drogas y Crimen (UNODC), que informó evidencia de delitos transnacionales que operan dentro Timor esteEl enclave de Oecussi, ubicado en el lado indonesio de la isla.
El 11 de septiembre, la UNODC marcó la creciente influencia de la estafa internacional y los sindicatos de juego en Oecussi. Investigaciones recientes descubrieron apuestas ilegales y esquemas de fraude en línea en la región, lo que condujo al arresto de 10 personas.
El informe sugirió que Oecussi puede estar convirtiéndose en un centro regional para delitos digitales organizados, lo que provocó comparaciones con operaciones de juego ilícitas en CamboyaLaos, Malasia, Filipinas y Macao. Según la agencia de la ONU, las ganancias de estas actividades a menudo se lavan a través de empresas locales aparentemente legítimas, incluidas aquellas con vínculos con figuras políticas. Un caso citado involucra un hotel en Oecussi que supuestamente sirve como base para empresas penales, con una parte de propiedad atribuida a un funcionario del gobierno.
Crecir riesgos para una nación que busca la membresía de la ASEAN
Los hallazgos de la UNODC destacan vulnerabilidades más amplias a medida que Timor Oriental se mueve hacia la membresía formal en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) este octubre. La zona de libre comercio del Centro Oecusse (ODC) de Oecussi se identificó como un punto débil, donde las lagunas regulatorias parecen haber sido explotadas por redes de delitos organizados que se hacen pasar por inversores legítimos.
Las preocupaciones se extienden más allá de los delitos financieros. El informe UNODC, citado por Lusatambién referenciaron enlaces entre la actividad ilícita en Timor Oriental y la tríada de 14k, incluida la antigua figura del crimen de Macao Wan kuok-koiconocido como “Diente roto”. Su historia de participación en el juego ilegal y el lavado de dinero en todo el sudeste asiático ha generado alarmas sobre la posible propagación de operaciones similares en Timor-Leste.
De la ambición a la reversión en seis meses
La incursión de Timor Oriental en la industria del juego en línea comenzó en abril de 2025, cuando el gobierno emitió su primera licencia en alta mar a Golden River Universe (GRU), una subsidiaria de Grand Dragon Lotaria (GD Lotto). La medida se produjo después de más de ocho meses de colaboración con la recién establecida Inspección General de Gaming (IGJ). Gru había presentado su inversión como una oportunidad para transformar el país en un centro de juego digital creíble. GD Lotto incluso se había preparado para reubicar partes de sus operaciones desde Camboya y Filipinas a Timor Oriental.
En ese momento, presidente José Ramos-Horta había expresado su apoyo para la licencia de los juegos de azar en línea dirigidos a los jugadores internacionales, mientras dejaba en claro que su gobierno se opuso al establecimiento de casinos terrestres dentro del país.
Ese optimismo fue de corta duración. La nueva resolución cancela no solo la licencia de GRU, sino también todo el marco para permisos futuros, desmantelando efectivamente el sector de juego en línea emergente de Timor Oriental antes de que pueda ganar impulso. La decisión del gobierno marca un cambio dramático para una de las naciones más jóvenes del sudeste asiático, acortando una industria que hace solo meses fue vista como una fuente potencial de inversión extranjera y crecimiento económico.